Packaging reciclable: estrategias e innovaciones
El packaging reciclable libera menos emisiones de carbono durante la producción que los envases tradicionales, y también utiliza menos recursos energéticos. Es más fácil de desechar y, a diferencia de muchos otros tipos de embalaje, los considerados como “ecológicos” se pueden reciclar, reutilizar o convertir en abono (en el caso de que sean altamente biodegradables).
¿Qué embalaje es reciclable?
Hay muchas clases de embalaje sostenible. Todas tienen en común que cumplen el objetivo de crear un menor impacto para el medio ambiente que los métodos tradicionales. Uno de los tipos de packaging reciclable más conocidos es el de papel.
Dentro de esta categoría se pueden encontrar opciones tan diversas como los de cartón, pulpa moldeada, cartón corrugado, papel tisú, recortes de papel blanco o papel Kraft.
También hay plásticos que son reciclables, pero, sin duda, no es el embalaje más ecológico. Así es como se considera al papel y cartón en sus diferentes versiones.
Estrategias de packaging reciclable
Las empresas que quieren implementar un modelo de embalaje sostenible se adaptan a cualquier tipo de empresa. Cada negocio puede comenzar a contribuir a mejorar la salud del planeta en mayor o menor medida. Lo importante es ponerse en marcha, aplicando estrategias como:
- Reducir la cantidad de embalaje y estudiar el formato y tipo de envase de los productos para que alcanzar este objetivo sea posible.
- Compartir las mejores prácticas de eliminación y reciclaje.
- Hacer los envíos usando paquetes más pequeños, mejor adaptados a la forma y dimensiones del producto.
- Utilizar menos materiales nuevos y priorizar los reciclados, así como la reutilización. Elegir los que sean más fáciles de reciclar.
- Planificar mejor las necesidades de transporte, para evitar el aéreo.
- Probar materiales alternativos.

Innovaciones en el packaging reciclable
Las empresas que se plantean probar materiales alternativos deberán investigar y elegir entre una variedad de opciones que no deja de crecer. ¿Has pensado en hacer llegar a tus clientes sus productos embalados con setas o algas? Ahora ya puedes.
También tienes ocasión de considerar otros tipos de packaging reciclable innovador, como:
- Tejidos orgánicos para bolsas reutilizables que sustituyen al plástico. Hojas de palma, algodón orgánico o cáñamo son algunos de los materiales que se emplean para fabricar estas bolsas que, incluso si se desechan, pueden biodegradarse en unos 100 días, en comparación con los 10.000 años que tarda una bolsa de plástico en biodegradarse.
- Cacahuetes biodegradables para acabar con el uso de la espuma de poliestireno. Este nuevo embalaje de relleno ayuda a prevenir el movimiento y protege contra los golpes. Funcionan de la misma manera que la opción tradicional, pero son menos costosos y contaminan menos. Lo mismo sucede con los desechos de cartón posconsumo, que pueden disfrutar de una vida adicional como material de amortiguación, resultando tan efectivos como el plástico de burbujas y mucho más sostenibles.
- Almohadas de aire inflables. Son otra gran alternativa ecológica y económica a la espuma de poliestireno o el plástico de burbujas. Disponibles en una variedad de tamaños, se trata de bolsas pequeñas, que se pueden inflar y, por lo tanto, cuando se utilizan como embalaje, consisten principalmente en aire. Esto reduce la cantidad de plástico utilizado en su producción. Además, pueden enviarse con un embalaje mínimo en comparación con otros materiales. Otra gran ventaja es que se trata de packaging reciclable de manera muy sencilla (y biodegradables).
Elegir packaging reciclable es una manera de reducir la huella de la empresa y demostrar con hechos los valores y principios sobre los que se asienta la cultura corporativa.
Créditos fotográficos: OlegKov y TShum
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