Balanced scorecard de una empresa: tips de mejora

Hay pocas herramientas tan clarificadoras para la estrategia de negocios como el balanced scorecard de una empresa. Una vez que el cuadro de mando ha definido los KPI, la visión, los objetivos, las metas y las expectativas; todo, de arriba hacia abajo, puede reunirse en torno a un enfoque singular para el negocio, al hacerse mucho más evidente su papel exacto en él.

¿Por qué hace falta usar el balanced scorecard en una empresa?

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Además de aportar orden y ampliar la visión de quienes toman las decisiones, al contar con la referencia que aporta el balanced scorecard de una empresa, los empleados se involucran más. Esto sucede porque pueden ver a un nivel granular cómo contribuyen directamente y cómo impactan en el éxito (o fracaso) de los proyectos en marcha.

Este compromiso reforzado se traduce en la consecución de otro objetivo: agilizar los procesos. Las dinámicas internas fluyen sin errores, se han evitado las confusiones; cada persona que interviene en un proceso tiene claro qué tiene que hacer; la confusión ha quedado minimizada y los buenos resultados no tardan en llegar.

El cuadro de mando debería ser una de las principales prioridades después de la planificación estratégica, por su capacidad para simplificar el desarrollo de planes tácticos y soluciones que ayuden a la organización a cumplir con las métricas clave, tanto para la visión a corto como a largo plazo.

No obstante, no basta con el scorecard en una empresa para avanzar hacia el futuro ganando posicionamiento a los competidores. Es preciso seguir monitorizando a intervalos constantes y frecuentes:

  • No importa lo afinado que llegue a estar el cuadro de mando, es probable que falle si no se nutre, administra y prioriza en todos los niveles.
  • El balanced scorecard es un documento vivo.
  • Esta herramienta debe arraigarse en la cultura de la organización.

Cómo mejorar los resultados obtenidos con el balanced scorecard

Teniendo en cuenta esa necesidad de revisión y ajuste, es preciso tener en cuenta que los resultados obtenidos con el balanced scorecard de una empresa siempre van a ser susceptibles de mejora.

Algunas formas muy efectivas de lograrlo son:

  • Formar a los usuarios del balanced scorecard para que entiendan que se trata de un documento dinámico. La creación del cuadro de mando y el seguimiento de las métricas no es un evento o proyecto único, es un proceso abierto y requiere atención constante.
  • Emplear el cuadro de mando integral para diseñar los planes tácticos. Además de ser una importante referencia estratégica, puede servir como herramienta de coaching en la empresa. Puede emplearse para desarrollar planes tácticos que aseguren el éxito de cada empleado, luego revisar el desempeño contra el cuadro de mando en base a la frecuencia fijada, que puede ser mensual, trimestral, semestral o anual.
  • Impulsar a la acción. Las conclusiones que se extraen tras trabajar con el balanced scorecard de una empresa deberían llevar a la acción, aunque para ello hay que hacer un seguimiento de cada métrica de forma adecuada. El objetivo es lograr que todos los miembros del equipo puedan ser ágiles y proactivos para hacer ajustes donde sea necesario.

El respaldo que da el cuadro de mando integral en la organización impulsa el negocio de manera proactiva u facilita que los empleados, a todos los niveles, ganen en comprensión acerca del potencial de su empresa en el mercado.

En última instancia, el balanced scorecard de una empresa proporciona procesos reglamentados que ofrecen un orden, contribuyen al bien mayor de la organización y definen parámetros para cada empleado orientados al fin común.

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Créditos fotográficos: Chan2545 y Olivier Le Moal


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