Inversión EGS: novedades en Europa

La integración de consideraciones ambientales, sociales y de gobierno corporativo guían la inversión EGS. No solo es una cuestión de rentabilidad, ya que no cabe duda de que estos factores pueden tener un impacto en el desempeño financiero, sino que se ha convertido en una cuestión de cumplimiento.

La importancia de los criterios EGS

La aplicación efectiva de los criterios EGS puede determinar la elegibilidad de una empresa a ojos de posibles inversores. Así, si sus operaciones están guiadas por estos estándares, es más probable que se realice la inversión. EGS aporta un valor extra al negocio.

En la actualidad, la aprobación de nuevas reglas de divulgación de EGS en la Unión Europea ha llevado a reformular el panorama de inversión sostenible. El cambio marca uno de los primeros pasos regulatorios importantes en los esfuerzos de la UE para impulsar el capital hacia la sostenibilidad, ya que se busca lograr emisiones netas cero para 2050.

Con este propósito en mente, a través del conocido “Green Deal” (anunciado en 2019), la UE tiene como objetivo movilizar al menos 1 billón de euros en inversión sostenible durante los próximos 10 años.

¿Cuál es la diferencia entre RSE y EGS?

La RSE o Responsabilidad Social Empresarial, pone el contexto sobre las agendas de sostenibilidad y la cultura de responsabilidad corporativa. EGS es la acción y el resultado medible.

Para simplificar, podría decirse que la RSE se puede considerar como el aspecto cualitativo y EGS como el aspecto cuantitativo, dos caras de una misma visión.

Así, podemos encontrar diferentes ejemplos de factores EGS, como:

• Ambiental. Políticas de conservación del entorno para evitar la contaminación del agua y el aire, medidas para prevenir el cambio climático y decisiones que ayuden a reducir las emisiones de carbono.
• Social. Poner en consideración de las personas y sus relaciones, por ejemplo, en el ámbito familiar; dar mayor importancia a la satisfacción del cliente o asegurar la adecuada gestión de la protección de datos y la aplicación de medidas de privacidad.
• Gobernanza. A este respecto se valoran desde los estándares éticos para dirigir una empresa, a la diversidad en la composición del consejo o la estructura del comité de auditoría, entre otros.

En la práctica, las empresas pueden aplicar los factores EGS en su día a día de muchas formas distintas, como:

• Usar la energía de manera eficiente.
• Facilitar la conciliación de la vida familiar y laboral a los empleados y dar flexibilidad.
• Gestionar los residuos de forma responsable, por ejemplo, adoptando principios de economía circular.

Inversión EGS: nuevas reglas

El SFDR creará un cambio estructural en los mercados financieros al hacer que los informes de sostenibilidad sean obligatorios. Esto impulsará a las empresas de inversión que comercializan fondos EGS a cambiar la forma en que producen, venden y comercializan sus productos.

Cada vez va a ser más necesario evaluar los riesgos relacionados con la sostenibilidad en las inversiones. De hecho, de acuerdo al SFDR, los administradores de activos, los fondos de pensiones y las aseguradoras deben revelar cómo consideran los riesgos ESG en sus decisiones de inversión.

Estas nuevas regulaciones están diseñadas para proporcionar un conjunto común de reglas sobre riesgos de sostenibilidad y para prevenir el lavado verde, una práctica para hacer que una inversión suene más sostenible de lo que realmente es.

Así, los administradores y propietarios de activos deberán incluir información en sus sitios web, así como en la documentación de sus fondos, e informar a los inversores de dónde se encuentran los riesgos EGS en sus carteras de fondos. Y si no toman en consideración los riesgos de sostenibilidad, tendrán que explicar por qué.

Créditos fotográficos: Tinnakorn Jorruang y ThitareeTharmkasat