Autocuidado: base para el éxito del Home Office
Actualmente, el mundo se encuentra en medio de una de las mayores revoluciones en cuanto al mercado laboral: el Home Office (Teletrabajo). En el futuro, nuestros hijos y nietos aprenderán que después de cuatro revoluciones industriales, vino otra revolución, en este caso una revolución laboral allá por los años 2021 y 2022. Una revolución que afectó (afecta) tanto a los empleados como a los empresarios, así como a la vida familiar en general.
Como si este enorme viraje hacia el Home Office por sí solo no fuese suficiente, debemos de considerar que las estructuras y dinámicas familiares han cambiado mucho a lo largo de los últimos años (monoparentales, ambos padres trabajando, …), lo cual supone para muchos trabajadores, incluso sin el Home Office, un verdadero ejercicio de malabarismo el poder equilibrar eficazmente las obligaciones profesionales con las exigencias de la vida personal.
Al inicio de la pandemia, el Home Office iba a ser una solución a corto plazo para una crisis sanitaria. Hoy en día muchos expertos coinciden en que el Home Office ha llegado para quedarse y asentarse como una nueva normalidad. Incluso las empresas que tradicionalmente se oponían al Home Office, hoy se ven empujadas a adoptarlo de forma permanente, bien a tiempo completo, bien en versión híbrida (parte Teletrabajo, parte presencial en la oficina).
Aunque hoy por hoy la inmensa mayoría de los trabajadores que siguen con el Home Office disponen de la tecnología suficiente para desempeñar su trabajo, muy pocos han recibido la formación adecuada y continuada para prepararse para el «tsunami de cambios» que el Home Office genera. Cambios en la forma de relacionarse con los compañeros, de dirigir o asistir a reuniones virtualmente, de socializar, de cómo organizarse, de relacionarse virtualmente con los clientes, de crear un espacio de trabajo productivo y eficiente (incluida la ergonomía), de cuidarse físicamente, etc. Absorber estos impactantes cambios, exige mucho de nuestras capacidades humanas.
Recientemente, muchas empresas e instituciones, han realizado cuestionarios y estudios entre su plantilla, con el fin de comprender las necesidades de sus empleados: ¿volver a la oficina o seguir teletrabajando? Una abrumadora mayoría del personal quiere quedarse trabajando en sus casas, a tiempo completo o en un formato híbrido.
Sin embargo, una cosa es el deseo (de seguir con el Teletrabajo), y otra bien distinta es su capacidad de llevarlo a cabo. Para una buena parte de la población, el Teletrabajo incluso a corto plazo, repercute en su estado mental y físico. Cuando el Teletrabajo se implanta durante un largo período de tiempo (meses o incluso años), estas repercusiones pueden perjudicar seriamente al trabajador, así como al desempeño del trabajo en sí (productividad). Muchas empresas adoptan métodos de emergencia y ponen parches a desafíos de enorme magnitud: un cursillo de una hora (online..) o alguna circular interna.
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Plan de teletrabajo
Sin embargo, las empresas que optan por integrar definitivamente el Home Office (híbrido o a tiempo completo) en su operatividad futura, deben de diseñar un plan integral, que va mucho más allá de un cursillo online. Para empezar a comprender, aquí van algunas de las áreas claves que deben de abordarse en dicho plan integral, y que, hasta ahora, no suelo encontrar cuando me piden revisar un posible “plan de Teletrabajo”:

- ¿Cuáles son los rasgos personales de cada trabajador que se mueve al Home Office? Los rasgos personales, características únicas de cada persona (empleado), influyen en el posible éxito (o fracaso) del Home Office. Los trabajadores con un alto nivel de amigabilidad, conciencia y apertura a la experiencia, son propensos a trabajar eficazmente desde casa. Sin embargo, a los extrovertidos les puede resultar más difícil adaptarse a la situación del Home Office. Solo aceptando la singularidad de cada (Tele)trabajador, y creando un plan de formación según las necesidades específicas, podremos incrementar las probabilidades de éxito del Home Office a largo plazo.
- ¿Cómo se gestiona un equipo virtual eficazmente, y a largo plazo? (ej. los requerimientos que se suponen a un supervisor “presencial” en el lugar de trabajo, distan mucho de lo que se necesita de un eficaz jefe virtual, que debe tener más rasgos de coach que de gerente tradicional).
- ¿Cómo se desarrolla un plan de comunicación adecuado a la plantilla que no va a Teletrabajar, para que no se sientan agraviados comparativamente?
La productividad es la clave del éxito de cualquier empresa. Es clave para la supervivencia y el crecimiento, pero también lo es, la “dignificación” del empleado: rendir en el Teletrabajo día tras día, seguir comprometido a largo plazo, aunque sea de forma virtual. Buscar la superación y crecimiento, aunque no vea a mis compañeros de forma presencial durante mucho tiempo.
Pilares del teletrabajo
Pero…, ¿cuáles son los pilares para conseguir que mis (Tele)trabajadores sean productivos a largo plazo desde el Home Office? ¿Cuáles son los escollos cuando se trata de un Home Office a largo plazo? La respuesta está en el “Autocuidado en el Home Office”, he aquí algunos ejemplos:
Autocuidado Físico:
- Me respeto a mí mismo y, como consecuencia, me visto para “ir a la oficina”
- Entre reunión y reunión (back-to-back) procuro descansar, aunque sea 5 minutos
- Hago algo de ejercicio en días fijos de la seman
- Autocuidado de mi Entorno:
- Tenemos acordado reglas de co-working/estudio entre las personas con quien convivo
- Organizo el resto de mi vida personal alrededor de mis obligaciones y horario profesional (y no al revés)
Autocuidado Social:
- Mantengo el contacto con mis compañeros de trabajo con los que normalmente interactúo en la oficina (no tienen por qué ser de mi equipo)
- Comparto logros (grandes y pequeños) con mis compañeros
Autocuidado de mi Mentalidad (Mindset):
- Estoy abierto para aprender, conocer gente nueva y asumir nuevas responsabilidades – en definitiva: CRECER
- Evito la negatividad externa: no ingiero todas las noticias, publicaciones y predicciones negativas
Autocuidado de mi Responsabilidad:
- Me tomo el Home Office muy en serio, soy responsable y tengo auto-disciplina
- Evito las distracciones (ej. redes sociales, teléfono y ruidos de la casa, creo una rutina que tenga un buen equilibrio entre ocio, trabajo y actividades físicas)
Autocuidado del Orden:
- Sé finalizar mi jornada laboral sin que invada mi horario personal
- Cuando cierro el ordenador, ya estoy en casa y no en la oficina
- Dedico el tiempo y la atención necesarias a mis allegados, así estoy tranquilo cuando estoy trabajando

Patrick es neerlandés, pero ha estado viviendo y trabajando en Madrid durante los últimos 23 años. Obtuvo un título BA Honors en Administración de Empresas Europeas en la Universidad de Wolverhampton (UK), y a continuación, un Máster en International Business en la Sheffield Hallam University (UK).
En 2018, completó con éxito un Máster en Coaching, Inteligencia Emocional y PNL. Se graduó en la London Metropolitan University con un Master of Science en Behavioural and Organizational Psychology, especializado en cómo gestionar el Home Office.
Actualmente, Patrick tiene un puesto de Global Marketing Manager en Xerox, y ha ocupado diferentes cargos de responsabilidad internacional en sus últimos 22 años en esta compañía.
Es fundador de la empresa IronMind. Método IronMind®, IronMind University® y IronMind Home Office®: programas ejecutivos para mejorar la gestión del estrés en sus distintas versiones.
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