La Actitud es Importante
En mis primeros años como director de proyecto yo tenía una actitud negativa respecto a mi trabajo y hacia los proyectos que gestionaba. Mi reacción negativa me generó más problemas que ventajas. Sin embargo, con el paso del tiempo mis pensamientos cambiaron. Cuando cambié mi actitud, mi mundo cambió. La actitud es muy difícil de definir con precisión pues consiste en cualidades y creencias que no son tangibles. Estamos acostumbrados a hablar sobre la actitud de los individuos, pero es importante reconocer que los equipos de proyecto y las organizaciones también tienen actitud. Usualmente, sin embargo, cuando hablamos de la actitud de una organización, usamos el término “cultura organizativa”. Cuando hablamos sobre la actitud del proyecto, usamos el término cultura del proyecto.
La actitud del director de proyecto afecta dramáticamente a la actitud del equipo. Una actitud importante de un equipo es la confianza. El desarrollo de un proyecto presenta tremendos retos al equipo de proyecto. Algunas veces puede parecer incluso un acto de fe. Se recogen una cantidad enorme de detalles, se analizan, se organizan, y se asimilan en un “todo” funcional.

En la figura se muestran las cualidades y las creencias clave que, en mi experiencia, determinan si un individuo, equipo u organización tiene la actitud necesaria o no para liderar con éxito o participar activamente en un proyecto. La actitud es un poder secreto que funciona veinticuatro horas al día, para lo bueno y para lo malo. La actitud es un filtro del cerebro a través del cual experimentas el mundo. Algunas personas ven el mundo bajo un punto de vista optimista mientras otros ven la vida de una forma pesimista. Obviamente encontré muchas personas en el mundo—no muy optimistas, pero tampoco muy pesimistas.
Las personas con actitud positiva se centran en soluciones para el proyecto. Las personas con actitud negativa se centran en los problemas e incidencias del proyecto. Los directores de proyecto con actitud negativa afectan dramáticamente al éxito del proyecto. Es la actitud del director de proyecto ante el proyecto y ante el equipo lo que determinará la actitud del proyecto para el director de proyecto. Tenemos la opción de escoger la actitud que nos ayudará al éxito de nuestros proyectos y de nuestra organización. Vamos a analizar cada una de las cualidades de la figura anterior.
- Respeto: Es la base de partida para desarrollar una actitud positiva. Lo primero es respetarse a uno mismo como persona y como profesional, lo segundo respetar a tu equipo, sus opiniones y formas de ver las cosas, y tercero respetar a la empresa donde trabajas. Por mucho que nos empeñemos hat que respetar los prodecimientos de la organización, aunque a veces no estemos de acuerdo con ellos.
- Responsabilidad: Tener un fuerte sentido de la responsabilidad y practicar la autenticidad (decir lo que pensamos) y la integridad (hacer lo decimos). El compromiso es clave para conseguir la credibilidad de nuestros interesados en el proyecto.
- Empatía: Ser capaz de poner se en el lugar de otro es muy importante. Las personas no reaccionan de una forma negativa si no tienen una razón. Practica la empatía con los miembros de tu equipo y tus colegas.
- Apertura: Todos podemos mejorar y aprender algo de los demás cada día. Mantén tus ojos i oídos abiertos, observa el comportamiento de los demás e intenta quedarte con la parte positiva.
- Mis 3 Ps: Practica mis 3 Ps. Pasión: la pasión, el entusiasmo, en todo lo que haces, disfruta cada situación ( para lo bueno y para lo malo) . Persistencia, estoy seguro de que no siempre la primera vez que intentas tener éxito en algo, lo consigues. Inténtalo de nuevo y no abandones. Paciencia, todo lleva su tiempo, hemos de desarrollar nuestra paciencia como directores de proyecto, no todas las personas entienden y/o aprenden al mismo ritmo.
- CII: Desarrolla tu creatividad, innova y emplea tu intuición. Es una cuestión de práctica. Al principio te llevará esfuerzo pero con el tiempo progresarás.
- Ganas de participar: Tu deseo de gestionar un proyecto, de conseguir tus objetivos se demuestra poniendo entusiasmo en todo lo que haces. No te detengas.
- Confianza: Ten confianza en los demás. Ya se que a veces la gente nos decepciona pero dales siempre el beneficio de la duda. Todo podemos mejorar. Confía en tu organización. Si les demuestras tu confianza es muy probable que te apoyen.
- Autoconfianza: Conócete a ti mismo y confía en tus habilidades y en tu potencial. Repite cada día en el espejo: Soy excelente. Si lo repites durante 20 días el día 21 deberías ver el resultado o te darás cuenta de que no estás haciendo lo necesario para ser excelente.
Confio en que serás capaz de desarrollar estas cualidades poco a poco. No ceses en el empeño. Cada día es un día excelente para intentarlo y progresar. Una actitud positiva mueve montañas.
Un ejemplo para mejorar tu actitud es la práctica de la risa. A medida que cumplimos años y se nos supone más sabios, perdemos la espontaneidad de dejarnos llevar por la risa, de buscar la carcajada o de encontrar la parte cómica a las situaciones, por complicadas que sean, por difícil que sea nuestro proyecto. Por eso, debes aprender a reír, o a recordar cómo te reías.
Los efectos físicos de la risa con actitud
Los efectos de la risa son múltiples. Podemos obtener beneficios físicos como poner en marcha cerca de 400 músculos, incluidos algunos del estómago que sólo se pueden ejercitar con la risa. Lubricar y limpiar los ojos con lágrimas. La carcajada hace vibrar la cabeza y se despeja la nariz y el oído. Oxigenar los pulmones, dejando que la piel se oxigene más. La risa sirve como analgésico, durante el acto de reír se liberan endorfinas, los sedantes naturales del cerebro, similares a la morfina. La risa es rejuvenecedora al estirar y estimular los músculos de la cara. La risa previene el infarto. La risa facilita el sueño, las carcajadas generan una sana fatiga que elimina el insomnio.
Reír tiene también efectos psicológicos. Por ejemplo, elimina el estrés produciendo ciertas hormonas (endorfinas y adrenalina) que elevan el tono vital y nos hacen sentir más despiertos. Alivia la depresión, nos hace ser más receptivos y ver el lado positivo de las cosas. Nos puede ayudar a generar un retroceso a un nivel anterior de funcionamiento mental o emocional, generalmente como un mecanismo para aliviar una realidad que se percibe como dolorosa o negativa. Al reír las personas exteriorizan emociones y sentimientos. A veces es percibida como una energía que urge por ser liberada, sobre todo cuando necesitamos reír y la situación social no lo permite.
Pautas para poder reír
Algunas recomendaciones para ti como director/a de proyecto, en mi humilde opinión, son:
- Trabajar la actitud ante los proyectos con una sonrisa.
- Esforzarse en ver siempre la «botella medio llena y no medio vacía».
- Intentar encontrar cada vez nuevas posibilidades y no amargarse con los problemas.
- Evitar esa actitud de «tener un problema para cada solución».
- Leer libros de humor.
- Ver películas y obras de teatro cómicas.
- Intentar reírse de uno mismo en la intimidad. Hacerlo en sociedad es ya para niveles avanzados.
- El buen humor no tiene por qué ser cáustico o destructivo, aunque como muchos manjares pueda picar un poco.
Reírse es una función biológica necesaria para mantener el bienestar físico y mental. Como director de proyecto intento empezar el día con una sonrisa e intento inspirar a mi equipo e interesados en mi proyecto. No esperes a mañana porque puedes comenzar hoy.
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