Así es la Ley del trabajo a distancia
A pesar de su popularidad en toda Europa, no fue hasta 2020 cuando el teletrabajo se introdujo de forma importante en España a causa de la pandemia y del confinamiento forzoso. Esto llevó a muchas empresas y trabajadores a exigir una Ley del trabajo a distancia que permitiera regular la situación de los empleados que desarrollaban su actividad en remoto. Esta ley comenzó a tramitarse a finales de ese mismo año y entró en vigor en España en julio de 2021. Pero, ¿cómo funciona? ¿Qué derechos y obligaciones contempla? A continuación te explicamos todo lo que necesitas saber sobre ella.
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Qué es la Ley del trabajo a distancia
La Ley 10/2021 de trabajo a distancia es una normativa que tiene por objetivo ‘‘elaborar un marco general a escala europea sobre las condiciones laborales de teletrabajadoras y teletrabajadores y compaginar las necesidades de flexibilidad y seguridad que son comunes a estos y a las empresas’’. Es decir, que regula la modalidad del trabajo a distancia, fuera de las oficinas o locales de las empresas.
¿Qué es el teletrabajo según la Ley?
Según la Ley del trabajo a distancia, serán considerados teletrabajo todos los casos en que un trabajador realice un 30% o más de su jornada laboral en remoto dentro de un periodo de 3 meses o del porcentaje proporcional equivalente según la duración de su contrato. Además, la modalidad del trabajo a distancia debe garantizar al menos un 50% de prestación de servicios presenciales salvo en casos de fuerza mayor familiar, en cuyo caso sería hasta un máximo del 40%.
Cabe destacar que la norma fija limitaciones como en los casos de contratos de trabajo con menores o con los contratos de formación.
Características de la Ley del trabajo a distancia
La Ley del trabajo a distancia contempla algunas particularidades que las empresas y los trabajadores interesados en la modalidad del teletrabajo deben tener en cuenta:
- Los gastos corren a cargo del empresario: dado que, según la ley, el teletrabajo no puede suponer costes para el empleado, será el empresario quien deba compensar esos posibles costes derivados del trabajo en remoto, por ejemplo la conexión a Internet o la compra de equipo informático.
- El teletrabajo debe ser pactado: es decir, que la empresa no puede imponerlo, sino que debe llegar a un acuerdo con el trabajador por escrito, incorporar el documento al contrato de trabajo y formalizarlo antes de que el empleado empiece a trabajar en remoto.
- La modalidad del trabajo a distancia reversible: esto significa que un teletrabajador puede volver a trabajar en las oficinas, ya que el acuerdo de trabajo a distancia no es definitivo.

Qué debe incluir el acuerdo del trabajo a distancia
Como hemos comentado, empresa y trabajador deben formalizar un acuerdo de teletrabajo antes de que el empleado comience a trabajar a distancia. Dicho acuerdo debe incluir estos puntos:
- Un inventario con el material que el empleado necesitará para trabajar
- Un mecanismo de compensación de todos los gastos derivados de la actividad
- Horarios y reglas de disponibilidad
- Distribución entre trabajo presencial y teletrabajo
- Centro de trabajo al que queda adscrita la persona
- Lugar de teletrabajo habitual, que no tiene por qué ser el domicilio del empleado
- Medios de control que la empresa utilizará para monitorizar la actividad y la productividad del teletrabajador
- Duración del acuerdo o del contrato, si fuera necesario
Derechos y obligaciones establecidos por la Ley del teletrabajo
La Ley del teletrabajo ha servido, sobre todo, para establecer una serie de derechos y obligaciones que tanto el trabajador como la empresa deben asumir. Se trata de los siguientes:
- Derecho a la desconexión digital: esto significa que la empresa debe respetar la jornada laboral del empleado y que no puede comunicarse con él durante sus periodos de descanso.
- Derecho a la intimidad: si bien la empresa puede realizar controles telemáticos sobre el trabajo de su empleado, estos deben respetar el derecho a la intimidad y a la protección de datos y no extralimitarse.
- Compensación económica según el tiempo trabajado: quiere decir que el registro horario establecido para los teletrabajadores deben reflejar de forma adecuada sus jornadas laborales para poder pagarle de forma ajustada.
- Los gastos corren a cargo de la empresa: tal y como hemos comentado, el teletrabajador no debe hacerse cargo de ningún coste derivado de su actividad, ya que es la empresa quien debe sufragarlo.
- Evaluación de riesgos: los teletrabajadores tienen derecho a someterse a una evaluación, costeada por la empresa, de los riesgos para su salud derivados del teletrabajo. Hablamos de factores relacionados tanto con el lugar de trabajo como con su material y con la organización.
- Igualdad de los trabajadores: la Ley otorga la misma protección a los teletrabajadores que a aquellos trabajadores que ejercen su actividad en oficinas o locales de las empresas. Por lo tanto, no pueden sufrir perjuicio en su retribución, tiempo de trabajo, promoción… ni en ninguna de sus otras condiciones laborales.
Además, la Ley también establece dos supuestos en los que debe favorecerse el teletrabajo:
- Fuerza mayor familiar causada por un accidente o una enfermedad que haga indispensable la presencia de la persona. En este caso la jornada no presencial puede llegar al 60%.
- Fuerza mayor empresarial, si la empresa se encuentra en una situación en la que no hay otra alternativa.
Como ves, gracias a esta ley España ha regularizado la situación de los trabajadores a distancia, estableciendo un marco al que empresas y empleados pueden acogerse.
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