Small data: qué es y para qué se utiliza en el mundo empresarial
En la actualidad los datos son el gran tesoro de cualquier empresa, y por eso en los últimos años el big data ha ganado mucha popularidad en el sector. Sin embargo existe otra tipología de datos más sencillos y precisos que no es tan conocida a pesar de ser de suma importancia para el funcionamiento de cualquier negocio: nos referimos al small data. Si nunca has oído hablar de ello, lee este post con atención y aprende qué son y por qué conocerlos y analizarlos puede mejorar la marcha de las empresas.
¿Qué es el small data?
El small data, también conocido como microdatos, es un conjunto de datos en formatos sencillos y de una dimensión lo bastante reducida como para ser comprendidos por los seres humanos. Por lo tanto se caracterizan por ser informativos, accesibles y procesables.
El small data es, como ya te imaginas, lo opuesto al big data, que se refiere a cantidades ingentes de datos no estructurados de diversas procedencias que son demasiado grandes y complejos como para que los humanos los entiendan sin haberlos ordenado y analizado antes. El small data supone el contrapunto a la utilización de cantidades masivas de datos por parte de las empresas para identificar el comportamiento de los usuarios y propone adquirir conjuntos de datos más precisos, relacionados con los objetivos del negocio, que proporcionen información para saber qué quiere el consumidor y cómo interactuar con él. Algunos ejemplos de small data serían las encuestas de opinión, el historial de búsquedas de una web, los datos de ventas de una pyme…
Esto supone una ventaja importante respecto al big data para las empresas más pequeñas, pues al ser el small data mucho fácil de interpretar que el big data, no necesitan implementar tecnología costosa especializada ni contar con científicos de datos para poder trabajar con esta información.

Información que podemos conocer gracias al small data
Gracias al small data, por lo tanto, podemos obtener información muy útil no solo acerca de los clientes de un negocio, sino también sobre el mercado en el que compite la empresa. Algunos de los datos más importantes que podemos extraer del small data son:
- La diversidad de la demanda de los clientes
- El tamaño de un mercado, lo cual ayudará a los gerentes de la empresa a saber si cierto producto tiene cabida en él o no
- Qué productos funcionan mejor en el mercado y por qué
- Cuánto estarían dispuestos los clientes a pagar por un producto
- Cuáles son los precios de distribución
- Qué mejoras en los productos demandan los clientes
- Qué aspectos condicionan la decisión de compra de los clientes
- Qué canales son los mejores para la promoción y la distribución
Entonces, ¿small data o big data?
Ahora que ya conoces qué es el small data seguramente te estés preguntando: entonces, ¿es mejor entonces centrarse en el small data o en el big data? Lo cierto es que la respuesta depende. Lo más importante es recordar que el big data y el small data son diferentes, y que los microdatos nos permiten tener conocimiento de algo que estamos monitorizando mientras que el big data nos permite conocer el por qué.
Por lo tanto tiene sentido que las empresas más pequeñas se centren en el small data, ya que son indicadores sencillos de extraer y trabajar y afectan directamente a la parte comercial de cualquier negocio. El Big Data es accesible solo a las empresas de mayor tamaño que necesiten trazar patrones y proyecciones de comportamiento y que se puedan permitir invertir en tecnología especializada y contar con analistas de datos en sus filas.


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