Cuándo recurrir al Arbitraje Comercial Internacional
La expansión y globalización de la inversión y el comercio han dado lugar a relaciones cada vez más complejas entre empresas, inversores y Estados. Dado que, inevitablemente, algunas de esas relaciones se rompen, las partes deben considerar el arbitraje internacional (preferiblemente al comienzo de la relación). Se trata de uno de los mejores medios para resolver cualquier disputa que pueda surgir.
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Arbitraje internacional: ¿algo nuevo?
El arbitraje se ha utilizado durante siglos, ya desde la antigua Grecia. En tiempos más modernos, el arbitraje se convirtió en el método estándar para resolver disputas en ciertos sectores de la industria (como la construcción, los productos básicos, el transporte marítimo y los seguros) donde se valoraba particularmente la experiencia técnica de los árbitros.
Sin embargo, durante los últimos 50 años aproximadamente, se ha adoptado cada vez más el arbitraje internacional, y muchos han reconocido su importancia como el medio principal para resolver controversias complejas en el plano transnacional.
Teniendo en cuenta cómo la globalización ha transformado el mercado, favoreciendo el crecimiento de los negocios internacionales, es posible entender que el número de transacciones de este tipo ha aumentado y adquirido una importancia significativa en las últimas décadas. El problema es que, incluso cuando los contratos donde se plasman los distintos acuerdos están bien planificados, siempre es posible que surjan los desacuerdos.
¿Qué es el arbitraje internacional?
El Arbitraje Comercial Internacional es el procedimiento de resolución de conflictos y disputas comerciales entre partes de diferentes países y a través de los servicios de árbitros especialmente designados por ellas, a quienes voluntariamente deciden acudir, en lugar de resolver sus cuestiones pendientes a través de los tribunales. Se trata de un método alternativo de resolver disputas entre partes privadas que surgen de transacciones de diversa índole realizadas a través de fronteras nacionales que permite a las partes evitar litigios en tribunales nacionales.
El Arbitraje Comercial Internacional es una posibilidad de resolución que debe considerarse de antemano, para poder incluirla dentro del contrato comercial, si todas las partes están de acuerdo. Aunque, hay que tener claro que, en relación con este método, no todo son ventajas.

¿Qué es el arbitraje internacional en materia de comercio?
El arbitraje internacional comercial es una forma privada de resolución vinculante de controversias, realizada ante un tribunal imparcial, que emana del acuerdo de las partes, pero que es regulado y ejecutado por el Estado.
El Estado exige que las partes cumplan con su obligación contractual de arbitrar, prevé una supervisión judicial limitada de los procedimientos arbitrales y apoya la ejecución de los laudos arbitrales de manera similar a la de las sentencias de los tribunales nacionales.
A diferencia de los tribunales, los árbitros en disputas comerciales no tienen competencia ni jurisdicción inherentes. Su autoridad surge del contrato de las partes (aunque, una vez seleccionado por las partes, el arbitraje tiene el respaldo de estatutos y tratados). Por lo tanto, las partes deben tener especial cuidado en la redacción de las disposiciones de arbitraje. Una vez que ha surgido una disputa, el interés propio hará que se considere demasiado tarde para llegar a un acuerdo adicional sobre cómo debe resolverse una disputa.
¿Dónde se aplica el arbitraje internacional?
Las partes deben considerar si contemplar o no el arbitraje internacional cada vez que celebren un contrato. Sin embargo, el arbitraje es particularmente importante si las partes (o sus activos) se encuentran en jurisdicciones diferentes o si las disputas pueden dar lugar a problemas técnicos complejos.
Los abogados comúnmente se refieren a las “ventajas y desventajas” del arbitraje. Sin embargo, el hecho de que una característica determinada del arbitraje sea una ventaja, una desventaja o no interese a una de las partes depende completamente de sus objetivos.
¿Cómo funciona el arbitraje comercial internacional en la solución de controversias?
Las reglas de arbitraje internacional son generalmente mucho más simples y flexibles que las reglas que se aplican en los tribunales de justicia. Como resultado, son relativamente fáciles de entender para partes de diferentes nacionalidades, los procedimientos se centran más fácilmente en las cuestiones sustantivas y las partes están en mejores condiciones de adaptar el proceso de resolución de disputas para que se adapte a su relación y la naturaleza de sus disputas.
En muchos casos, las partes (o los tribunales que ejercen la discreción que les han dejado las partes) optan por seguir un procedimiento similar a los procedimientos judiciales, aunque las partes pueden cambiar, por ejemplo, el alcance de la divulgación o renunciar a los derechos de apelación. Sin embargo, en algunos casos, las partes van mucho más allá, renunciando al derecho a una audiencia oral o facultando al tribunal para decidir de acuerdo con los principios de equidad y no de acuerdo con la ley.
Por supuesto, un posible inconveniente derivado de la flexibilidad y la generalidad de las reglas de arbitraje internacional es que, cuando las partes no llegan a un acuerdo de antemano, existe un mayor riesgo de debate sobre el procedimiento, lo que puede generar incertidumbre y retrasos.

Créditos fotográficos: Popartic
Ventajas e inconvenientes del Arbitraje Comercial Internacional
Las principales formas de resolución de disputas comerciales son:
- Negociación.
- Arbitraje Comercial Internacional.
- Conciliación.
- Mediación.
Cada método de resolución de disputas tiene sus propias características y ventajas y, en el caso del Arbitraje Comercial Internacional, los beneficios son evidentes. De hecho, la popularidad de esta opción como método para resolver este tipo de conflictos ha aumentado considerablemente en las últimas décadas.
El arbitraje es un proceso privado consensuado, en el cual las partes remiten sus disputas a una tercera persona, un árbitro independiente, que ha sido seleccionado para tomar una decisión basada en la evidencia y los argumentos presentados por las partes. Pero, ¿por qué escoger este método en lugar de acudir a un Tribunal?
- La neutralidad de los árbitros o las instituciones de arbitraje internacional: las partes que eligen este procedimiento para resolver sus diferencias, pueden designar a un árbitro de otro país o solicitar a una institución arbitral internacional que se ocupe de ello. De esta forma adquieren neutralidad en la elección de la ley, el lugar, el procedimiento y el tribunal, evitando la parcialidad o falta de recursos que podría aquejar a los tribunales nacionales.
- La aplicabilidad de los laudos arbitrales en países extranjeros: el laudo final de un tribunal arbitral es una decisión vinculante, no una mera recomendación. Por lo tanto, se trata de una decisión directamente ejecutable, tanto a nivel nacional como internacional.
- La flexibilidad en el proceso de arbitraje: no hay reglas estándar que sea obligatorio seguir y, por eso, el Arbitraje Comercial Internacional brinda a las partes una gran libertad tanto para acordar los plazos, como para seleccionar a un encargado de la toma de decisiones o fijar las normas que mejor se adapten a las circunstancias particulares de su disputa única
- La confidencialidad de los procedimientos de arbitraje: esencialmente, se trata de un proceso privado, en el que la prensa y el público no tienen derecho a estar presentes, a diferencia de los procedimientos en los tribunales nacionales
A menudo, estas cuatro características se consideran como el lado más ventajosas del Arbitraje Comercial Internacional. Pero ello no implica que no existan los inconvenientes asociados a este procedimiento de resolución de conflictos, entre los que cabe destacar dos:
- El coste de este método: las partes deben pagar las tarifas y los gastos de los árbitros y, en algunos casos, puede ser necesario pagar los honorarios y gastos administrativos de una institución arbitral. También pueden existir otros gastos asociados, como los relacionados con el alquiler de salas para reuniones y audiencias.
- La lentitud del procedimiento: pese a lo que pudiera pensarse, a veces es más rápido que un Tribunal dicte sentencia. En el Arbitraje Comercial Internacional puede ser difícil programar las fechas de las audiencias y, aún más importante a tener en cuenta es la necesidad de acordar la mayoría de los pasos del procedimiento, que provoca que el ritmo disminuya aún más.
El Arbitraje Comercial Internacional puede no ser la vía ideal para resolver este tipo de conflictos, pero, si se compara con otras alternativas, sí que podría afirmarse que se trata de la opción menos ineficaz.
1 comentario
Alexis
10 marzo, 2018 5:29 am
Gracias!! La verdad es que se hace raro, sí xD