Netiquetas, ejemplos de buenas prácticas en la comunicación online
Del término ‘netword etiquette’ surge netiqueta, un concepto que hace referencia a las reglas protocolarias y a las convenciones sociales que deben aplicarse en las interacciones que se generan en Internet. Las netiquetas son cada vez más analizadas por las empresas en sus estrategias digitales para gestionar su imagen de marca: descubre algunos ejemplos.
Qué son las netiquetas y por qué tenerlas en cuenta
Las netiquetas son un conjunto de reglas pensadas para regular el comportamiento que deben tener los usuarios en Internet y, así, favorecer una buena comunicación. Son recomendaciones de comportamiento que tienden a facilitar las comunicaciones en canales como las redes sociales, los blogs, los correos electrónicos, los foros o mensajes de WhatsApp.
Todo empezó en 1995 cuando una directiva de Intel, Sally Hambridge, creó un documento interno con consejos para comportarse en Internet. Desde entonces, muchos se dieron cuenta de la cantidad de aspectos que podían influir en las relaciones sociales a través de Internet. Pero ya en 1994 Virginia Shea publicó el libro ‘Netiquette’ con 10 reglas de comportamiento en la red.
¿Para qué sirve?
En términos generales, las netiquetas tienen la finalidad de facilitar la convivencia en Internet.
Al no estar cara a cara, la comunicación online puede generar malas interpretaciones o una falta de concordancia entre la intencionalidad del emisor y la interpretación del receptor, lo que a menudo impide el éxito del mensaje.
Es por todo ello que hay que tener en cuenta las netiquetas, que sirven para proporcionar una transmisión idónea del mensaje y evitar los malentendidos que podrían comprometer la reputación de una marca o un determinado emisor. Dicho de otro modo, la netiqueta nos ayuda a ser educados en el contexto digital y demuestra un “saber estar” en cada situación.
Netiquetas: 8 ejemplos que debes aplicar en tu comunicación online
Pese a que aún muchos no tienen este protocolo totalmente asumido, hay ciertas cosas que todos sabemos que incomodan, por ejemplo, el spam o escribir en mayúsculas (que significa gritar).
Para evitar conflictos, presta atención a los siguientes ejemplos de netiquetas:
- Conservar la educación y el aspecto humano de la comunicación
A veces olvidamos que es una persona quien está al otro lado de la pantalla, quien puede aprovechar nuestras palabras escritas para almacenarlas, usarlas en nuestra contra o responder a ellas. Hay que mantener las formas y comprender que el mensaje puede implicar una carga emocional.
- Evitar el SPAM o las cadenas de mensajes
Los mensajes con una finalidad meramente publicitaria en canales no apropiados o que no se corresponden con la esencia del negocio que está detrás, pueden resultar molestos.
- Respetar el tiempo y el ancho de banda de los demás
Esta regla que escribió Virginia Shea sigue siendo muy actual. Es recomendable no enviar archivos de mucho peso si el destinatario no lo ha requerido. Lo mismo se aplica respecto al tiempo: hay que ser breve, conciso y relevante.
- Tener en cuenta en qué lugar de Internet se está
Aunque hay que ser igual de respetuosos que en la vida real en cualquier lugar del ciberespacio, es importante ser coherentes con las normas y costumbres de cada sitio. Por ejemplo, no es lo mismo escribir en LinkedIn o Twitter que en Facebook e Instagram.
5. Respetar la privacidad de los demás
El Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) es un claro indicio de la importancia de esta regla de comportamiento en Internet. Respeta el tratamiento de datos para el desarrollo de páginas web, correos electrónicos, campañas publicitarias online, programas de suscripción, etc.
6. Compartir conocimientos
Tomar como referencia fuentes de expertos se ha convertido en una práctica tan extendida que es habitual la presencia de escuelas online.
7. No abusar de nuestro poder
En esta otra netiqueta hay implícitas una serie de reglas, como el hecho de no etiquetar a nadie sin su consentimiento, no publicar imágenes de menores sin el permiso de sus progenitores o tutores legales, no provocar burla en terceras personas, etc.
8. Excusar los errores de otros
Por ejemplo, en el caso de los errores ortográficos o gramaticales que otros pueden cometer, recuerda que todos podemos equivocarnos alguna vez.
En este sentido, es importante mostrarse respetuoso no solo con los errores, sino también con las opiniones de los demás, generando ambientes sanos en debates o grupos de discusión.
Al igual que hay que mostrar coherencia en nuestras comunicaciones empresariales y ser conscientes con lo que escribimos, hay que mostrar respeto y educación, seguir las normas de conducta y, en definitiva, no hacer a los demás lo que no queremos que nos hagan.
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